lunes, 22 de agosto de 2016

Noche Tres

NocheTres es un concepto novedoso en la televisión hispana de Estados Unidos. Por primera vez se le da borrón y cuenta nueva al horario estelar de novelas y súper series para ofrecer un bloque de tres diferentes series. Aunque variado, las tres historias, comparten el tema de volver a empezar y reafirmarse como mujer, todo desde distintas perspectivas. 

A las a 8:00 p.m. EST arranca la programación con “Silvana Sin Lana” donde Maritza Rodríguez lleva el rol titular como una dama de alta sociedad que pierde su vida llena de lujos al verse abandonada por el prófugo truquero de su marido. No le queda de otra que instalarse en un dúplex de clase media junto a su madre y sus tres hijas. Allí se encuentra con “Manuel” interpretado por Carlos Ponce a quién le había desgraciado su camioneta de mariscos días antes.
Se desata una dinámica que fluye entre negación y aceptación de los sentimientos que nacen entre “Manuel” y “Silvana.” Los hijos de ambos también apuestan a emparejarse y se arman más complicaciones al verse envueltos los sentimientos y hormonas de los adolescentes y universitarios. Tampoco olvidemos a  la novia de Manuel, “Stella” (Marimar Vega), que está dispuesta a todo por conservarlo a su lado.

En esta sexta producción de Carmen Cecilia Urbaneja para Telemundo, vemos el deseo de impulsar un elenco joven en este horario. Usando como plataforma la novela chilena “¨Pituca Sin Lucas” esta adaptación es fiel a las temáticas y los escenarios. Sin embargo, hay cosas que no me cuadran. No entiendo porque “Manuel” tiene acento mexicano cuando Carlos Ponce es un actor puertorriqueño con raíces cubanas. Mientras tanto la actriz Aniluli Muñecas de iguales orígenes al interpretar la comiquísima “Jennifer” puede hacer gala de sus raíces cubanas al perseguir a su queridísimo “Poncho.” No entiendo porque el protagonista no puede ser un pescador boricua o cubano o dominicano o venezolano u hondureño o de otro país. Si puede tener un acento mexicano puede interpretar otro acento, ¿o no? ¿O hablar con lo más cerca posible a su acento natural? 

Eso le añadiría credibilidad a esta novela que afirma el valor de una mujer que ni sabía lo que ella valía hasta que perdió lo que ella creyó que era su todo. Ese todo no era nada en comparación a lo que llevaba dentro de sí. La novela no va ni por la mitad y aún no se integran muchos personajes al elenco. Esperamos a Yul Burkle. Mientras tanto a disfrutar de esta comedia romántica y al chispetazo de humor que le pone “Jennifer” cuando acapara la pantalla en busca del amor de “Poncho.” Su caracterización rompe con la tensión de los traumas del elenco joven y la tensión sexual entre los protagonistas. Ojalá el personaje crezca en dimensión y matices para que su debut en Telemundo sea más completo y deje claro que las actrices plus son algo más que comediantes.

A las 9:00 p.m. EST llega “Sin Senos Sí Hay Paraíso,” la continuación de “Sin Senos No Hay Paraíso.” Regresan Catherine Siachoque y Fabián Ríos como “Doña Hilda Santana” y “Albeiro Marín.” Esta vez crían a una segunda “Catalina,” caracterizada por Carolina Gaitán. Las actuaciones de Siachoque Ríos son las más auténticas de sus carreras en Telemundo. El regresar a la Tierrita y grabar en exteriores les ha dado un toque de vitalidad a sus actuaciones que ningún estudio televisivo les ha dado. Y la Gaitán es la muchacha de los “mil talentos.” A pesar de tener 32 años aún puede interpretar a una colegiala en plan de venganza. No se ve artificial ni viejaca haciendo de niña. Hace excelente contraste con su archienemiga “Daniela” (Johanna Fadul) que a la misma edad ya está súper operada y transformada en una mujer a puras patadas sin tener la madurez mental. Y claro porque es hija de la archienemiga de su difunta hermana “Catalina Santana” o “Catalina La Grande” (Carmen Villalobos): La Diabla.

Esta mujer, Jessica Beltrán (Majida Issa) es la maldad encarnada y todos le temen. Menos “Catalina, la Pequeña.” La narcotraficante de “Jessica” se cree que el mundo le pertenece y que todo tiene un precio. Ella  misma se cree que es “La Diabla” y así vive; haciendo de la vida ajena un inferno.  

“Catalina” es sagaz. Se niega a vivir el infierno que “La Diabla” le quiere imponer.  Al ver su inocencia tronchada por una rivalidad de barrio y de dinero llena de maldad que manchó su generación sin ella necesariamente buscarlo, su dulzura se vuelve amargura que destila venganza. Eso la marca y se ve obligada a encarar su nueva realidad midiendo su valía más allá de su personalidad y llega a querer vender su dignidad por el dinero que tanta falta le hace para vencer a las “Diablas” y recuperar a su amado “Hernán Darío” (Juan Pablo Urrego). Los muchos aliados que le llegan también ven sus vidas peligrar. En este marco de narco, sexo, violencia y amor, “Catalina” vuelve a empezar en un mundo desconocido para ella pero que siempre estuvo frente a sus propios ojos. Al caer su venda, necesita reevaluar quien es y es el dolor de sus pérdidas lo que le dará el valor y la rebeldía para ¿triunfar? o ¿fracasar? 

En ese mismo marco de dolor, pérdidas y venganza al mundo del narco se enfrenta a las 10:00 p.m. la nueva Señora Acero, “Vicenta Rigores,” (Carolina Miranda) hija de “Vicente Acero” y hermana de “Salvador.” Esta vez “Señora Acero 3: La Coyote” no solo carga con la enemistad del “Indio Amaro” sino con la de “Chucho Casares” (Sergio Goyri) por ser socio del “Indio,” captor y asesino de su madre. Los documentos secretos de su Mamá (Laura Flores) echan a andar este círculo de intrigas. También la muerte del “Postre: Manuel Caicedo” (Lincoln Palomeque). En esta historia aún siguen “Aracely” y la hermana de “Blanca” dando lucha por parte de los Acero dándole continuidad a la trama junto a “Salvador.” También “Pepito” y “La Tati” siguen dando bandazos. “Vicenta” también lucha en contra de la ley de la frontera por su trabajo como “Coyote.” Pero, ahora su lucha mayor es la de vengar a su madre y ayudar a su hermano. La pérdida su madre y haber ganado un hermano le hacen reconsiderar su mundo y cómo enfrentarlo.

Esa es la esencia de #NocheTres, readaptarse a los cambios de la vida y vencer el dolor, la venganza y las carencias. La única que recuerda que el amor es la fuerza que todo lo vence “Silvana Sin Lana.” Ya veremos si las otras dos historias así lo aprenden. Mientras tanto nos erizarán la piel con sus persecuciones, plomo y palizas.