martes, 17 de noviembre de 2015

Celia...la Serie

Rondado el 90 aniversario  del  nacimiento de la Guarachera del Mundo: Celia Cruz, debuta esta bioserie y un documental biográfico de una hora lleno de anécdotas, imágenes, y video clips de la propia  artista.

Una dama llena que derrochó tanta vida,  cultivó alegría y fue la generatriz de “Azúcar” más vibrante del mundo no siempre fue tan segura de sí.  Como muchos de nosotros necesitó de alguien que creyese en ella antes de que ella misma pudiese solidificar su auto-confianza. ¿Quién se fuera a imaginar que fue una joven que sufrió de la sobre protección, celos y rechazo injustificado del machista de su padre?

Ese mismo dolor de la pérdida en vida del padre, Simón Cruz, fue parte de su motor para aclarar las dudas sobre su valía, pisar fuerte e  ir sacudiéndose de la timidez gradualmente. A pesar de ser un prodigio y no saberlo tuvo que también encarar el racismo, la envidia y maldad de su hermana, Noris Alfonso, los celos de su amigo con pretensiones de novio y los que intentan sobornar a los directores del concurso de Radio Progreso para que no llegue al triunfo. Ni corto ni perezoso, el talento de Celia se impone. Su Mamá y su Tía son sus cómplices junto al “truquero” mayor “Martín León”, que diga, el reformado casanova Pedro Knight. Ellos le dan fuerza para que abra esa garganta para como bien dice la canción que la bautiza en la serie “Nadie la Supere.”

El casting de la serie ha tenido varios aciertos, comenzando con la protagonista de la primera fase, la puertorriqueña Jeimy Osorio. La ponceña captura la inocencia, frescura, humildad, corazón claro y deseos de triunfar de quién de la noche a la mañana se encuentra que ha vencido las jugarretas de tantos y las auto interrogantes para empezar a coronar sus sueños. En ella también se refleja el dolor de ver la primera ilusión amorosa tronchada por la mentira mientras se brega con el más crudelísimo rechazo de un padre que  creyó ser el más amoroso pesar de ser cascarrabias. Trae la mirada maravillada del que se ve apoyado por sus héroes.

Su humildad no se traga su voz, presencia, estatura y alegría de vivir. Al caracterizar a Celia Cruz es inevitable ver el paralelo del ascenso de ambas. Aquí ya no existe Jeimy la delgada y espigada actriz de visos cómicos y bravíos que tanto nos deleitó en “Porque el Amor Manda” y “Una Maid en Manhattan.” Tampoco es “Mara,” la empresaria que luchó contra el racismo en “Santa Diabla.” Es mucho más.
Esta Jeimy Osorio trasciende  el compromiso de un rol. En “Celia” entiendo que su trabajo es más que un compromiso con ella misma. Es poner su voz, esencia y sello personal en lo que hace que ya es Arte Personal, y no papeles de novela. ¡Arriba Jeimy!

Su única falla es la de la serie en general: la falta de consistencia con el acento cubano. Es lo único que no me transmite de Celia Cruz. Quizás según avance la serie (aunque ya va un mes de transmisión) lo perfecciona y este comentario será pasajero.

Sobresale el también protagonista boricua Modesto Lacén. El sanjuanero en salidas anteriores ha interpretado a Roberto Clemente e incursionado en cintas Hollywoodenses. Su interpretación de “Pedro Knight” refleja todo ese caudal de experiencia. Lo hace con soltura integrando humor, nostalgia, ritmo, picardía, musicalidad y alma de trompetista. El hombre ama el peligro y la chillería hasta que se topa con “Celia.”  Ahí con todo y maraña de embustes se enamora y cambia. Tiene el salero y el acento del cubano domado a la perfección.

Otro que va en esa onda es el intérprete del antipático padre de “Celia,” el actor Moisés Angulo. El actor barranquillero que volvió a nacer en los brazos de Cristo hace una década le da vida al iracundo “Simón Cruz.” Un hombre que se niega a aceptar los logros de su hija como cantante dentro de un marco de decencia y juicio propio.  El hombre su sume en la soledad, el alcoholismo y las mujeres para cubrir su despecho. Sus escenas me conmueven al llanto. Por orgulloso se perdió lo mejor de su hija. Eso se llama una verdadera actuación.  Gracias Don Moisés por su entrega al papel de “Simón Cruz.”

La única mujer que logra dominar el acento cubano es Aida Bossa. Ella encarna la odiosa, calculadora y mentirosa hermana de “Celia,” Noris Alfonso. La muchacha originaria de Cartagena de Indias es una joya de despecho. Me mata. Es otra gran revelación actoral de esta historia.

Y como siempre Carolina Gaitán no pasa desapercibida. En su salida como “Lola Calvo” su voz y dominio escénico como cantante y actriz le dan color a la joven que sufre de Síndrome de Estocolmo. La extrañaba desde los tiempos de “Alicia”/”Malicia” en “Flor Salvaje.” Reencontrarse con ella, aunque en este doloroso rol, es siempre un gusto.

¿Y de “Mirta Silva” interpretada por Carolina Sabino, qué me dicen? La dama es una preciosa actriz y cantante colombiana con una trayectoria, voz y figura envidiable. Creo que interpretó a “Mirta” de una forma elegantísima y con su acento bastante bien puesto. Le hacía falta el swing y salero de esta gran cantante y compositora de Puerto Rico. Recuerden que la Sonora Matancera era una orquesta de gozadera. Cantaban sus cositas de doble sentido como “El Tranvía.” Mirta Silva era una gran figura de la canción pero aquí exageran la nota en cuanto a lo súper dama que era. Tenía sus modales, belleza y donaire, pero era bien relajona. Nos dieron media “Mirta” para acomodar la historia quizás para que “Celia” la viera como diosa y la Sonora como una institución intocable. En ese contexto, Carolina Sabino acertó grandemente en su interpretación.

Pensemos que la serie va más allá del triunfo de Celia Cruz. También va más allá de que nuestros artistas negros protagonizan en horario estelar. Esta bioserie relata el triunfo del espíritu humano: como aprender a verse de otra manera. Nos muestra como tenemos que abrazar a nuestro yo completo e integral. Ese proceso duele. Tenemos que vencer no solo traiciones del mundo exterior y obstáculos. A veces  hasta se  pierde el amor de un padre. A parte de su música ese el gran legado de Celia Cruz: el tesón de seguir adelante y seguir amando al mundo a pesar de sus imperfecciones. Permitamos que nos empodere día a día.


También fue una mujer que tuvo que hacerle frente a una Cuba cambiante. El trasfondo histórico de la Pre-Revolución Socialista en Cuba le hace un gran servicio la bioserie. Presenta la realidad de los cubanos de a pie y las clases sociales más altas y como esta era cambió la vida del pueblo cubano hasta el sol de hoy. Muy pocos saben fuera de Cuba como fue. No lo vivieron o no conocen cubanos de esa generación. Bravo por la producción de RCN y Telemundo. Han sido valientes en presentar la realidad no solo del racismo y clasismo, sino la situación política al mostrar la cara fea del régimen de Batista y del reclutamiento Castrista. Hacen falta más casas productoras  con esa estirpe realista que aunque no presenta un documental sobre la vida de una estrella cubana presenta la vida como es: a veces cruel, pero a veces con mucho AZUCAAAAA. 

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