domingo, 30 de marzo de 2014

"Marido en Alquiler" y el mes de la mujer

No crean que me olvidé que marzo tiene gran significado para la mujer como parte del mes de la historia de la mujer. Me puse a pensar y no daba con nada que me inspirara en las novelas en curso. De pronto me acordé de  Griselda Carrasco, la “Marido en Alquiler.” Termino hace varias semanas en USA, pero en Puerto Rico está en los primeros lugares de audiencia. Tan es así que su protagonista, Sonya Smith, fue la estrella invitada de Telemundo PR para la gran celebración de los 60 años de la televisión boricua. Aquí mantuvo números de ratings consistentes, rondando 1.5 millones de espectadores por noche. No tenía grandes sube y baja. ¿Por qué? ¿Cuál es la magia de Griselda?

Demos por sentado que sus estrellas Sonya Smith, Juan Soler y Maritza Rodríguez tienen seguidores por montones. Ya de ahí se obtiene una buena base. Añádanle  publicidad televisiva, redes sociales y revistas. De ahí vamos al grano que es la trama y el valor añadido que trae el resto del elenco.

Recordemos que "Marido en Alquiler" es una co-producción con Globo para la creación de una nueva versión de la novela brasilera "Fina Estampa." Las inquietudes de la casa de moda Fina Estampa y la situación de fertilidad de "Esther" fueron una trama secundaria, aunque válida y bien cuidada en esta salida. Como sugiere la retitulación, el mambo aquí es con la vorágine de una ama de casa vuida y para mantener su hogar no le queda de otra que trabajar en el oficio de handyman que aprendió de su padre. Hereda la camioneta, las herramientas y las ganas de trabajar y pa´lante es pa´llá. 

La estampa aquí es burda, no fina, pero de corazón excepcional. La doñita tiene sus cualidades físicas también, recuerden que esto es una novela. La juventud y belleza de la abuela Griselda son secundarias. Las mujeres trabajadoras se pueden identificar con la historia de la madre soltera que deja el cuero a la hora que sea cuando la llamen para un trabajo digno y remunerado para mantener el hogar, los hijos y los nietos. Lo hace con ahínco, respeto y fe, poniendo por delante a Dios y a la virgen. Su bandera es la generosidad para con todos. Ella le transmite esos mismos valores a sus hijos. Dos de ellos le hacen caso. El mayor es un padre soltero, divorciado, exboxeador que levanta su hijito con su trabajo en una taquería. Su hermana menor es una joven empresaria de cremas del cutis. Aunque se empata con un sinvergüenza, ladronzuelo, buscón y déspota, tiene buen corazón. El hijo del medio es la nota discordante del trío. Estudia medicina y reniega de ser pobre. Se enamora de una muchacha rica y oculta su pobreza material con mil mentiras. Se hace evidente su pobreza de espíritu cuando reniega de su madre y la humilla. Eso desata la furia no sólo de Griselda sino de Teresa Cristina (Maritza Rodríguez), la mamá de la muchacha. Esa sí que es la estaca de dónde se amarran todas las perturbadas mentales. De ella no nos compadecemos, si hasta matricida es. De Griselda sí nos compadecemos. Nos acordamos que todos tenemos un hijo, familiar, vecino o conocido que está inconforme con su posición en la vida. Este tipo de persona no acepta su responsabilidad por sus propios sentimientos y acciones. Se cree que el mundo le debe algo. En el caso del hijo de Griselda, riquezas y otra madre.

Una madre herida que trabaja y no se deja caer nos motiva en nuestro diario vivir. Ojalá hubiese más gente así con alegría de vivir, positivismo y generosidad. Aunque esté agotada ayuda su comadre a bregar con los abusos de su marido y a ver si lo deja. Tiene verdadera solidaridad con otras mujeres y con cualquiera que la necesite. Es incansable siempre anda con menos queja y más fe sin ser sobre azucarada. Se puede ser realista sin ser pesimista, agriado y pijotero con el resto del mundo.

Ahora bien, ganarse la lotería ayuda a magnificar el buen trabajo. También trae más problemas como le pasó a Griselda. Y para completar usa el dinero para demostrarle a la sin ceso de Teresa Cristina que ella también puede vivir en el mismo barrio. El dinero no la libra de que la loca no la quiera humillar e irrespetar. La obsesión de Teresita pone la vida de Griselda y los suyos en peligro muchas veces. Y todo porque su marido, Reinaldo Ybarra (Juan Soler) prefiere a Griselda y no a ella. El hombre se cansó de sus inseguridades y egoísmos. Él también quiere ser feliz.  Lo mismo piensa la hija de Teresa Cristina. Nadie en verdad la quiere, solo le tenían pena o estaban sometidos a ella. Su teatro cae. Su locura de manicomio de siete candados no tiene fin. Empeora con el regreso del presunto difunto marido de Griselda interpretado por Miguel Varoni. ¡Lindo aliado que encuentra en él!


Como Griselda muchas espectadoras han enfrentado enemigas bandidas y obsesivas, aunque éstas no tengan siempre que ver con el amor de un hombre. Y todas de una forma u otra conocemos el desamor de un excompañero que lo sirve es para echarle a perder el día a cualquiera. Buscamos la paz en el amor sincero de nuestros hijos y en la esperanza de que los hijos torcidos se enderecen. También queremos justicia y demostrarle a los desgraciados que ya no nos dejamos humillar sean hombre o mujer en nuestro camino. Y si de paso se encuentra el amor de un buen hombre, mejor todavía. Estos son los valores y sensibilidades de Griselda Carrasco, una mujer que vio su fe y labores bien recompensadas por Dios y la Virgen con la lotería. 

viernes, 28 de marzo de 2014

Mitad y Mitad

Ayudemos a la actriz, cantante y bailarina Lis Vega (Lissette Guerrero en “Santa Diabla”) a autenticar su cuenta de twitter firmando la siguiente petición http://twitition.com/nppkf. Parece que ha habido problemas con la fanaticada siguiendo cuentas falsas en días pasados. Como noveleros, en twitter nuestra responsabilidad es mitad disfrute mandando saludos y mitad responsabilidad con la seguridad y buen nombre de todos.

Hablando de mitad y mitad, en el área Tri-Estatal (NY-NJ-CT) vivimos millones de latinos de mil extracciones. Pronto no tendremos que lamentarnos que todo pasa en Miami y que NY sólo sirve para espectáculos televisados de despedida de año. “Forever Tango” comenzó a cambiar esa percepción en el 2013 con cantantes como Luis Enrique  y Luis Fonsi. Con los bailarines de “Dancing with the Stars” Maksim Y Karina el espectáculo contó con excelente apoyo financiero. Después de eso los que se han quedado luchando prácticamente solos con la faena del teatro en español en NYC han sido los artistas y productores de Repertorio Español. Hasta Ahora.


El actor Roberto Manrique (Quique en “Marido en Alquiler)  encabeza un innovador esfuerzo en el que tú y yo somos los patrocinadores del Teatro Latino NY. En la página http://www.indiegogo.com/projects/teatro-latino-conquista-new-york encontrarás los detalles de cómo puedes poner tus dólares a funcionar en pro de poner a funcionar un taller teatral con artistas de renombre como Adamari López, Johnny Lozada, Roselyn Sánchez y Julián Gil entre otros. Ningún donativo es muy pequeño. Si tienes un dólar, tienes suficiente para echar este taller a correr. El equipo de productores que Roberto representa demuestra que como actor pone su creatividad no solo para actuar sino para llevarlas a cabo dentro de las realidades financiaras de las tablas neoyorquinas. Por eso aplaudo su debut en el Teatro SEA junto a Gabriel Porras (Marco Mejía en “El Señor de los Cielos”) en “Mitad y Mitad” del 9-20 de abril. Aprovechen el receso de semana santa para verlos en acción. www.elidearium.com tiene todos los detalles para que los vayas a ver. Recuerda irlos a ver es solo la mitad nuestro deber con el arte, la otra es asegurarnos que tengamos arte que ver cerca de nosotros. 

martes, 25 de marzo de 2014

¡Qué Año tan Animal el que Nos Espera!

Este 2014 promete ser un zoológico de versiones nuevas de novelas que ya hemos visto. Algunas hasta más de una vez en varias readaptaciones. Nos encontraremos entre una gata, gavilanes, la misma gaviota de siempre y casos y cosas que solo como pastor de cabras podría uno calificar.

·         Pronto volverá a maullar “La Gata”, inmortal historia de Inés Rodena. Esta historia comenzó como una radio novela en Cuba en el año 1950. Ya tiene 64 años podría cobrar seguro social, pero nunca envejece. Lo que hace es renacer. Con la mudanza de Doña Inés a Venezuela, “La Gata” pasa a un nuevo medio en 1968: la televisión a través de las ondas de Radio Caracas Televisión en blanco y negro, siendo Peggy Walker la primera Gata televisiva. Ese mismo año debuta en Argentina con el nombre “Ella, La Gata” con Martha González en el protagónico.  Después de tanta actividad, “La Gata” se toma un descansito y se lleva sus maullidos a México en 1970 estelarizada por María Rivas. Y de ahí “La Gata” se fue de vacaciones por largos años y decidió cambiarse el nombre con cada nueva encarnación. En 1983, le pusieron “Natalie, la fiera” con Natalia Ruffo en México. En 1992, le llamaron “Cara Sucia” con Sonya Smith en Venezuela. El próximo año regresó a México en “Sueño de Amor” como vehículo para la hoy primera dama Angélica Rivera. Reposó ocho años y se despertó en Venezuela como “Muñeca de Trapo” para Karina Orozco y a la misma vez en México en “Por un Beso” con Natalia Esperón. En el 2004 debutó en Brasil con el título “Seus Olhos” y cinco años más tarde vuelve a México en un refrito de “Cara Sucia” llamado “Pobre Diabla” con Alejandra Lezcano. Y allí quedaron los embelecos de cambiarle el nombre a “La Gata”. Ella vuelve este año con Maite Perroni y su nombre original: “La Gata."

Con el éxito de esta novela en México en 1970 y de la mano del productor Valentín Pimstein, Inés Rodena se consolida como una de las más prolíferas escritoras de novelas. Junto con Caridad Bravo Adams y Delia Fiallo es una de las madres fundadoras de la telenovela latinoamericana. Esta dama cubana, nacida en La Habana en 1905, fue enfermera en su patria y al tener a Caridad Bravo Adams como paciente se interesa por la escritura. De ahí sus historias pasaron a sanar más almas que como enfermera. Pasó de terapeuta individual a colectiva de millones hasta pasada su muerte en Miami en 1985.
Lo que me preocupa con el regreso de “La Gata” es que se convierta en un entuerto. Está bien que se adapten los guiones a los tiempos contemporáneos, pero lo que es inaceptable es que le añadan inverosimilitudes que desvirtúan la historia. No necesitamos un Frankenstein que es tres viejas novelas distintas a la vez y lleva el nombre de un clásico. Ojo, a los libretistas de esta nueva versión. Honren el legado de Doña Inés en Televisa. Ella creó gran parte de la biblioteca de recreaciones infinitas que ofrecen a los televidentes. Si le han puesto “La Gata” oficialmente a este drama, hagan lo propio.

Hasta ahora lo han hecho muy bien con “Lo que la Vida Me Robó,” versión moderna del clásico de época “Bodas de Odio” escrito por Inés Rodena para Televisa en los tempranos ochenta. Sabemos que pueden. En ustedes contamos.

·         Cabalgará de nuevo la gran “Pasión de Gavilanes”. No se harán esperar las comparaciones con la historia original que acaparó la atención de todos. La época de oro de las novelas de espíritu agreste no fue hace tanto. Aún recordamos a “Doña Bárbara” y “Herederos del Monte”….pero, sobre todo a Mario Cimarro. Muchos trataron de igualar su estilo, pero sólo lo imitaron. Volviendo al tema de la recreación de “Pasión de Gavilanes”, no necesariamente necesitamos rostros nuevos. Pero, sí ver artistas establecidos en nuevas dimensiones de sus carreras. Lo bueno es que Marlene Favela se encuentra grabando “El Señor de los Cielos 2.” Ella es la dama por excelencia de este tipo de novela. Es bueno verla en otra faceta de su carrera. De Telemundo y RTI no poner una protagonista ya probada en este mercado, piensen en Norkys Batista. La vimos en “Flor Salvaje”. Tiene los atributos físicos y actorales. Da el tipo para la mujer del llano suramericano. Es conocida en los mercados internacionales y tiene tablas. Piénselo.

·         No puedo creer que estén repitiendo “Destilando Amor” por Univisión. Esta vez el mambo es a mediodía. Es una historia buena con Angélica Rivera y Eduardo Yáñez. Por amor de Dios, la han dado en horario estelar, de madrugada, por las tardes y ahora a mediodía. Ya está bueno de “La Gaviota”.  ¿Dónde está “Cosita Linda”? Tanto que hablan  de Pedro Moreno y Zuleyka  Rivera y la dichosa novela no la acaban de dar. Nos los espetan a los dos los domingos por dos horas sólidas en Nuestra Belleza Latina. Esa publicidad es sin tregua. ¿No creen que este sería un buen horario para algo nuevo y competir en buena lid con “Avenida Brasil?”  O liquiden un drama nocturno que no sirva ni para pool ni para banca y pasen la nueva por las noches. Ayúdenos a apoyar lo que promocionan hasta la saciedad en otros programas suyos.

·         Lo que está del cabro grande son los diálogos de “Camelia La Texana.” Son de tonos bien dispares. Unos parecen haber salidos de comics y otros de elucubraciones cursi. Seguiré sintonizando la novela a ver si descifro esto. ¿Será acaso un nuevo estilo de relato novelero que resulta raro en lo que nos adaptamos a la novedad? Quizás algún día lo daremos por normal para ciertas tramas.


·         Y hablando como los locos, ¿añadirá algún nuevo animalito a nuestro zoológico novelero la co-producción de Univisión y Disney? Se rumora que llega una novela producto de ambas empresas. Como Disney tiene tantas criaturitas de cuatro patas uno los integra al pensamiento, pero a lo mejor vienen a romper esquemas. Ahora lo que está acabando son las alianzas estratégicas en lo noticioso. Por un lado están Univisión/ABC y  por el otro andan NBC/Telemundo. Esta tendencia de colaboraciones entre americanos y latinos parece que va a trascender lo noticioso y de lo que Mundo Fox presenta. Dicho sea de paso, Mundo Fox presenta “Familia en Venta”, la primera serie en español con Roselyn Sánchez en estos días. La serie promete ser cómica.  Pero, volviendo al tema, aún no se sabe si estas colaboraciones enriquecerán el mundo novelero más allá de lo que se ha logrado con los trabajos con RTI, Caracol, Globo y otras empresas latinoamericanas. ¿O será que el animalazo de la homogenización y asimilación televisiva viene por ahí? 

miércoles, 19 de marzo de 2014

¡Si no fuera por los lectores!

¡Lo qué es no saber, ah! Gracias a un lector del blog me enteré que se grabó en Puerto Rico la novela “Dueña y Señora” en el 2006. Investigué más a fondo y fue bajo los esfuerzos de Telemundo PR y PR Vibra. Lograron levantar $3.5 en incentivos del gobierno de PR. El municipio de Bayamón les dio amplios permisos de grabación para exteriores. Tuvo 120 capítulos y protagonizaron Karla Monroig y Ángel Viera. Como villana figuró Flor Nuñez, reconocida en toda América. Ahora bien, la novela no se transmitió a través de Telemundo USA u otras cadenas. Los derechos pasaron a World Media Pictures. De ahí no sé a qué mercados le vendieron los derechos de la novela donde despuntó la hoy animadora Pili Montilla. No sé por qué el proyecto fue natimuerto. Al menos trataron de reinaugurar el taller actoral de Telemundo y batallaron durante tres años para reunir el capital y el elenco. La historia es una adaptación de “La Dueña” escrita por el equipo de José Ignacio Cabrujas para Venezolana de Televisión para 1984-1985. La historia fue inspirada por El Conde de Monte Cristo y adaptada al año 1928. Arrasó en ratings. En PR se llevó a la época moderna sin éxito arrollador. Pero, las recreaciones de “La Dueña” no se quedaron estancadas en ese intento. ¿A  qué a no adivinan cual fue la próxima reencarnación de esta historia? Fue “La Patrona” con Aracely Arámbula y Jorge Luis Pila para Telemundo en el 2013. ¡Wow! Y yo que pensaba que las menciones  del Conde de Monte Cristo se quedaron en la “Reina del Sur.” ¡Vaya usted a saber! 

lunes, 17 de marzo de 2014

Entre Celebración y Luto: 60 Años de Televisión en PR

A las 5:00 p.m. el 28 de marzo del 2014 la televisión puertorriqueña se vestirá de gala al celebrar sus 60 años. Telemundo (Canal 2) hizo su primera transmisión con el noticiero con Evelio Otero, seguido a las 6:00 p.m. drama “El Caso de la Mujer Asesinadita” estelarizado por Mapi Cortés otrora estrella del cine mexicano. En abril WAPA (Canal 4) celebrará sus 60 años. Así que la celebración se extenderá por un tiempo más. A la misma vez la televisión boricua se debería vestir de luto. ¿Por qué no todo debe ser fiesta en este sexagenio? Debemos estar de luto sí que sí. Hemos perdido una generación actoral completa. Y si dijera que están en Miami o Hollywood o Colombia o Venezuela o dondequiera que se produzcan novelas, la cosa no estaría tan triste. La cosa es que no los tenemos en ningún lado porque no los desarrollamos aquí. Hace más de veinte años no se produce una sola telenovela en la isla. La última fue “Al Son del Amor” con Luis Enrique en 1995. No fue “Señora Tentación” con Lucía Méndez como muchos creen. Ambas fueron coproducciones con productoras extranjeras apoyadas por el Canal 4 y el Canal 2 (Telemundo), respectivamente. Después de eso varios productores locales como Vicente Castro han puesto en escena muchos unitarios de 2 horas varias veces al año, pero no han sido talleres fijos. Se les agradece la ardua gestión sin el apoyo de una televisora y auspiciadores fijos. Son verdaderos forjadores de las historias en las creen. Si no creyesen en ellas, no se tirarían a producirlas y darle oportunidad a sus compañeros con y sin trayectorias.  Lamentablemente las producciones que tomaron auge en esa época fueron programas de variedades de corte picante. Las jóvenes que se forjaron fueron modelos de atuendos sexy.

El principal de estos programas fue “No Te Duermas”. Creado por Marga Pabón y Gabriel Suau para el Super 7, canal que en ese momento era el hogar de muchos productores con ideas un tanto risqué y presupuestos no muy elevados. El programa despuntó con los pasos de comedia del Gangster y las modelos sensuales. Eventualmente pasaron a Telemundo donde crecieron en fama Maripily, Taína, Glerys, Mara y Karen. Maripily ha trascendido hasta “Mira Quién Baila” e innumerables alfombras rojas en Miami. Taína es hoy en día una excelente oradora y presentadora cristiana. Mara y Karen son abogadas y Glerys panelista y animadora de programas de noticias light. Las chicas probaron ser algo más que ganchillos curvilíneos para bikinis. Varias de ellas son madres y esposas, también. Dejaron eso atrás y esperamos que sean recordadas por sus ejecutorias presentes también.

Por el Canal 4, se destacó como bailarina en un horario más familiar y con comedia más sana Roselyn Sánchez en El Show de Raymond Arrieta. Roselyn es hoy en día una de las estrellas boricuas más grandes de la televisión norteamericana como actriz y productora. Su serie “Devious Maids” ha sido un éxito dentro de la reinvención del Lifetime Network y ha consolidado la posición de Roselyn en Hollywood.
Ahora bien, en nuestro mercado latino vemos una disparidad de edades en el talento boricua. Hay artistas en el escalafón de primer actor/actriz dónde encontramos a Gilda Haddock, Alba Raquel Barros y Daniel Lugo por ejemplo. Están los protagonistas como Carlos Ponce, Ángel Viera y Julián Gil (adoptado nuestro desde Argentina) y los de contrafigura Cynthia Olavarría, Shalim Ortiz,  y Zuleyka Rivera.  También tenemos a otras estrellas de reparto destacados como Pedro Telémaco y Jeimy Osorio.  Retiradas del ambiente novelero, pero aún en el ambiente están Adamari López, Giselle Blondet y Carla Monroig. Su talento es de extrañar en las novelas. Mientras tanto se aúpan otras figuras como Viviana Ortiz en la Academia de Capacitación de Televisa.

No hay treintones y treintonas ahí. O pasan de cuarenta y no llegan a treinta en ese grupo de los ejemplos mencionados. Eso se lo debemos al fenómeno mediático de los medianos noventa al promulgarse la ley de incentivos financieros fílmicos en la Florida. Las producciones se abarataron allá. Con el tiempo eso trajo la llegada de Univisión a Puerto Rico al comprar Tele Once y el Super 7 y la absorción de Telemundo a Telemundo USA.  Ahora, Telemundo grabó varios episodios de “Decisiones” en la isla. Una lástima que no fuesen más y que no igualaran los incentivos contributivos de la Florida. Un poco más tarde, el canal 4 también pasó a manos extranjeras y con eso se perdió el hogar de los unitarios producidos en Puerto Rico. El Canal 6, la televisora pública de PR, no hizo nada por poner talleres actorales a funcionar. Se crearon programas de variedades musicales y de entrevistas, pero nada por adaptar obras de teatro y literarias a la televisión. Muchos estudiantes de arte dramático a nivel de escuela superior y universitario pudieron haber debutado en estas producciones. Los fondos para preservar nuestra cultura pudieron haber preservado nuestra clase artística para la isla y para el mundo. No fue así. Por eso debemos estar de luto.
Agraciadamente, Dios no permite la muerte del arte. Los certámenes de belleza como Miss Puerto Rico/Miss Universo son los que han mantenido los sueños de las jóvenes que quieren ser actrices vivos. Pregúnteles a Cynthia Olavarría y  Zuleyka Rivera. Al firmar con Telemundo en Miami llegaron al próximo nivel, aunque Zuleyka ya esté en el grupo de Univisión juzgando a las futuras bellezas latinas. Dicho sea de paso, a Viviana Ortiz Nuestra Belleza Latina le dio el último empujoncito hacia Televisa luego del Miss Puerto Rico. Y Roselyn Sánchez no solo fue Miss Puerto Rico Petite, ostentó varios títulos de la belleza petite a nivel mundial.  Así que tenemos harta prueba del poder de los concursos como propulsor de actrices de buena cepa.


Ahora, con los varones no hemos sido tan afortunados. No hay un motor como los certámenes. Hay que buscar la forma de impulsar nuevos galanes. Los que tenemos hoy en día preceden la transformación de la tele en Borinquen. Pensemos a ver que hacemos que estamos cortos de galanes de todas las nacionalidades en las novelas. Reciclan los mismos. ¿Y qué sería mejor que una cara fresca boricua como galán? Eso le quitaría el luto a cualquiera. 

domingo, 9 de marzo de 2014

Notas sueltas para marzo 2014

·         Cuando Telemundo decida producir una serie cómica sin las cursilerías sin sentido de Teresa Cristina en Marido en Alquiler ahí tienen a Kenya Hijuelos, la Lucy de Santa Diabla. Fue capaz de darle un toque de comicidad y alegría a una trama llena de tensión y angustia. Ahora, no vayan a crear una nueva sucursal de naconovelas. Más bien pónganse a buscar historias graciosas que aporten algo nuevo al repertorio. ¿Dónde están la Betty y el Pedro de esta década?

·         Camelia la Texana se ha ido más en técnica cinematográfica que en acción y desarrollo de la trama. La veo muy lenta. Las actuaciones no se pueden ni evaluar bien dentro de ese marco. Los exteriores y la escenografía son los verdaderos protagonistas. El 1974 y el momento histórico de la guerra de Vietnam le darán forma a la historia de Camelia más que otra cosa. Avancen con las cosas…¡ya!

·         Es una pena que La Viuda Negra se transmita por UniMás y no por Univisión. Podrían capitalizar con la actuación de Ana Serradilla, muchísimas caras conocidas de otras telenovelas de Caracol vistas en su mayoría por Telemundo y la inversión de Televisa, RTI y Caracol ubicándola en un horario después del noticiero de las once de la noche. ¿Cuántos desmadrugados no la veríamos y/o la grabaríamos? Alcanzaría más audiencia sin afectar la imagen de Univisión como una cadena de programación familiar. ¿Seamos sinceros  no le hacen más daño a esa imagen familiar algunos segmentos de Sábado Gigante y El Gordo y La Flaca que bastante subiditos de tono y vulgarcitos son en horarios tempranos?

·         Por ahí viene el nuevo serial del Señor de los Cielos encabezado nuevamente por Rafael Amaya. Parece que van a desenterrar a Fernanda Castillo (Mónica). Se unirá a la compañía actoral Marlene Favela. ¿Qué podrá añadir versus Sara Corrales (Matilde), Carmen Villalobos (Leonor) y Ximena Herrera (Ximena)? A quien ya quiero ver dentro de todo es a Raúl Méndez (Chacorta) y cómo reacciona con la “resurrección” de su hermano. Y no nos olvidemos del Turco caracterizado por Arturo Barba.

·         Últimamente se le ha dado mucha relevancia al tráfico humano en las telenovelas de Telemundo. Se vio de forma brusca, burda y a grandes rasgos en Santa Diabla y brevemente, pero con todos sus horrores en la nueva novela En Otra Piel. Creo que por ser telenovelas producidas en los Estados Unidos bajo el sello de NBC Universal, no van más allá de cierto punto. Los que sí se atreven y van con todas son los productores de Caracol con la nueva telenovela que se emite en las mañanas, irónicamente en Telemundo, La Promesa. Se cubre el tema de principio a fin y de forma bastante escalofriante. Es una pena que no se emita en un horario estelar. Es merecedora de un espacio las diez de la noche. El realismo recrudecido parte de la necesidad de espacios seguros para las mujeres jóvenes en nuestra América. Los exteriores, temas, valores de producción y actuaciones convalidan la desgracia de las jovencitas y sus familias y confirman la maldad de sus captores. Hasta ahora la única cara conocida para mí es Cristian Tappan. No esperaba verlo ahí. Su desesperanza como el teniente alcohólico Roberto Aristizabal es convincente y rompe almas. No se la pierdan.

·         Los romances entre personas de edades dispares llueven en las novelas en estos días.  Ya cansa. Se sabe que hay hombres que son felices con mujeres más jóvenes y viceversa. Esos romances se han vuelto el equivalente del amor entre distintas clases sociales que impulsa las telenovelas clásicas. Búsquense otra manzana de la discordia u algún enredo para hacerlo más interesante porque se está volviendo cansón por demás y restándole a las tramas principales.

·         No pensé que María Elisa Camargo tuviese la madera actoral para cargar el protagónico de una telenovela como En Otra Piel. En una ocasión anterior la había visto en un papel de villanita malcriada. Cualquier actriz mediocre pudo haber hecho ese rol sin esfuerzo, me dejé llevar por eso. Esta reimaginación de El Cuerpo del Deseo le ha dado la oportunidad de mostrar una gran variedad de emociones. Ahora, debe tener cuidado y cortar la nota melodramática a tiempo cuando está en añoranza o amnésica porque ahí tiende a la exageración, pero por lo demás se lo pierde Televisa. Vanessa Villela como la malvada Elena está  evolucionando muchísimo de su papel en Una Maid en Manhattan. Se le ve más perversa y explotando todos su atributos físicos, emotivos, mentales y hasta la moda a su total favor. Excelente contrafigura.

·         El talento de Christian Bach se está perdiendo en La Impostora. Estoy harta de verla como la villana que dirige toda clase de atentados desde una oficina. Y no se olviden de las visitas hospitalarias que hace para terminar de asesinar a sus enemigos. Tiene que haber otro tipo de papel para ella que vaya más allá de cambiarle la peluca, el hijo y la empresa que lidera. Digo, a lo mejor a ella le encantan estos papeles refritos estilo Antonia Guerra en La Patrona y ahí se queda. Tiene más que ofrecer que insultos a gritos chillones a unos compinches mediocres y órdenes de asesinato mal concebidos


·         Es una genuina alegría ver a Alba Raquel Barros aparecer como Doña Lupe la dueña de la pensión donde se hospedan Mayte, Adriana/Mónica y Vale en En Otra Piel. Fue una genuina para-tráfico en Puerto Rico en los 1970-1980. Se le conoce como bailarina, comediante, actriz de novelas, cine, teatro y animadora. Su carisma, belleza, picardía y sentido del humor se han mantenido con el paso de los años. Está más frondosita que antes, como diría el autor puertorriqueño Don Abelardo Díaz Alfaro, pero eso no le resta en nada para actuar. Hacen falta mujeres que de su talla en nuestras pantallas, que en la vida real son más que las bien delgadas que vemos a diario en las telenovelas. La mujer ideal va más allá de eso. Es la que con el paso del tiempo permanece fiel a quien de verdad es sin flaquear y ojalá muchas de las que hoy son estrellas puedan ser una Alba Raquel el día de mañana.  

lunes, 3 de marzo de 2014

Lo que nos deja Santa Diabla

Lo que nos dejó Santa Diabla, aparte de atónitos por la muerte de Humberto, es una novela poco común con elementos de thriller romántico con fines de venganza donde las alianzas, situaciones confusas y traiciones no se hicieron esperar. Algunos televidentes encontraron que era muy violenta y llena de resurrecciones inverosímiles. Y no se olviden de que capitalizó con el estigma de las enfermedades mentales y las manipulaciones del sistema de salud mental.   Sin embargo, la novela no carece de méritos.  Y no lo digo por los altos ratings que se mantenían casi siempre sobre el millón de espectadores por noche. A veces la gente puede sintonizar pura porquería en masas. Sin embargo, Santa Diabla tiene los elementos para superar sus cualidades negativas.

Empecemos con el elenco encabezado por Gaby Espino, Carlos Ponce, Aarón Díaz y Ximena Duque. Como el último proyecto de Gaby Espino con Telemundo tenía altas expectativas sobre sus hombros y las sobre pasó en el plano actoral. Tan es así que será recordada por haber sido Santa Martínez más que por cualquier otro rol. Por otro lado, el regreso de Carlos Ponce a Telemundo como el villano Humberto Cano  y la llegada de Aarón Díaz como el hermano inocente, Santiago Cano, se consolidó con el tema que interpretaron a dúo para la telenovela. Sus voces y sex appeal se mezclaron al escribir juntos la canción y declarársele a Santa Martínez.  Y Ximena Duque como la “Preciosa” de Inés Robledo no pudo haber caído en mejor nido de iniquidad. Como la mala, descocada y obsesionada de la novela no tenía nombre. Los papeles de buena que hizo por tantos años le pagaron con creces y la prepararon para ser la mala con fachada vulnerable y corazón gris.

En Santa Diabla no faltaron primeras actrices. Tuvo las mejores. No extrañamos a Felicia Mercado. Nos alegramos de tener a Zully Montero. Ella se merecía algo mejor que andar diciendo, “Gracias, MedEnvíos.” Como la racista de Hortensia Santana le impartió fortaleza a la sub-trama de su hijo Arturo con su novia Mara, una joven negra que es una emprendedora empresaria. Sin ella esa historia no hubiese sido tan viable y no es que Eduardo Orozco y Jeimy Osorio no sean buenos actores, es que la dimensión de odio tenía que ser a otro nivel para empujarlos a verse a escondidas y a llevar a cabo el plan descabellado de Arturo casarse con Lissette para despistar a su madre. ¿Y qué me dicen de Lissette? La interpretación de Lis Vega como la ambiciosísima y calculadora tipa era necesaria para darle mayor valía al amor prohibido de Arturo y Mara, restándole cualquier justificación al racismo de Hortensia. Con el apoyo de Gledys Ibarra y Pedro Telémaco como Elisa, la madre y Lázaro, el ex-novio de Mara, vemos que el racismo se batalla a nivel multi-generacional y con la familia. Sin ellos no somos nada. Ambos actores pusieron la justa medida de pasión y ecuanimidad para hacer creíbles sus personajes sin hacerlos seres sufridos ni endurecidos, sino seres racionales y amables, pero luchadores.
En el plano diametralmente opuesto tenemos a Gilda Haddock como la matriarca de los Cano, Francisca. Ilógica, histérica, calculadora, fría, vana, fatua y superficial cría a sus hijos dentro de un matrimonio con Gaspar, pero a la vez siendo amante todo la vida del socio de éste, Vicente Robledo. Niega una hija por deforme, pasa un hijo del chillo por legítimo y así por el estilo. Es el ancla perfecta para la putrefacción moral y psicológica de los Cano. Su actuación fue muy acertada con los ademanes y postura de dama de sociedad fría y vacía. Esta era una dimensión de Gilda que no conocíamos. Y bienvenida sea al repertorio
El resto del elenco estaba bien acoplado y no hubo errores en la selección de actores y actrices a la hora de asignar papeles. Brillaron María Raquenel como Tránsito Carvajal, Frances Ondiviela como Victoria Coletti y Virna Flores como Paula Delgado. Lincoln Palomeque me ha gustado más en otros papeles. Willie Delgado lo limitó mucho una vez le cortaron las cadenas. Lo de Don Juan Picaflor se tornó cansón. Ezequiel Montalt hizo bien el papel de playboy indolente. Pero, en el renglón de los actores secundarios el Diablo-Diablo fue Roberto Mateos como Patricio Vidal. Jamás pudiese creerle un papel de bueno a este señor después de esta novela. Makita Soler y Wanda D’Isidoro eran el par perfecto de hermanas corrompidas por una mala madre al interpretar, respectivamente, a Alicia y Bárbara Cano.

El éxito del elenco se debe no sólo al trabajo de los actores, sino al  grupo de directores, entre ellos el actor Miguel Varoni. Ya era hora que el talento de Varoni fuese puesto detrás de las cámaras. Como actor polifacético que se adapta de buenazo a villano y de seriote a comicazo, sabe manejar una escena y que pedirle a los actores en el entorno. De ahí parte el acople del elenco proveniente de tantos países y talleres actorales. Todo funcionó al grado que tanta inverosimilitud no nos dejó incrédulos.

En cuanto a los temas de la novela que van más allá del clasismo, el racismo y la venganza, pensemos que la fe católica es un tema central. El Padre Milton está siempre disponible para escuchar confesiones y servir de consuelo, albacea o consejero. También su parroquia se convirtió en un lugar donde se dieron muchos escándalos a raíz de bodas, funerales, confesiones y hasta asesinatos. Ojalá y no se usara la iglesia con fines negativos. ¿Dios qué diría?

También me pregunto qué diría de tanta duplicidad que se dio en esta novela. Santa fingió ser Amanda para vengar a Willy, su difunto marido. Willy en realidad no estaba muerto. Mientras tanto Humberto se hacía el engañado con Santa. Y Vicente Robledo engañaba a todos con la muerte de Willy. Todos esos telones cayeron. Al igual que el telón de Santiago haciéndose el bueno cuando era un perfecto psicópata y a Humberto se le hizo tarde para rectificar sus malas obras. Nada era lo que parecía. Ni siquiera la despedida de Gaby Espino de Telemundo. Se queda para tres telenovelas más. ¡Enhorabuena! Y los televidentes están de plácemes con su nuevo contrato. Ambos han salido ganando con Santa Diabla.

El único que es lo que parece es el escritor principal, José Ignacio Valenzuela, mejor conocido por El Chascas. Se dedica a trazar trayectorias de personajes que van de una transformación absurda a otra en un mundo que solo es posible dentro de la imaginación telenovelera porque en el nuestro ya estaría todo al desnudo, al descubierto y al derecho.Y todo eso sin pedir perdón.